Tres personas murieron a causa de una inundación en el estado de Colorado que dejó cientos de evacuados, informaron autoridades el jueves.
Dos personas fallecieron cerca de Boulder, al noroeste de la capital Denver. También se halló un cuerpo en la crecida registrada en la ciudad de Colorado Springs, al sur de Denver.
“Creemos que podría haber otros”, dijo la comandante Heidi Prentup de la oficina del alguacil del condado de Boulder.
Luego de que la lluvia cayera sobre buena parte del noreste del estado, el Servicio Meteorológico Nacional urgió a los residentes a “dirigirse a tierras altas y actuar rápido para proteger vidas”.
Los escombros dejados por los deslaves bloqueaban numerosas rutas y dificultaban los esfuerzos de rescate, dijo Gabrielle Boerkircher, una portavoz de la división de gestión de emergencias del condado de Boulder.
“Ha estado lloviendo durante los últimos tres días”, señaló Boerkircher. Lo peor “comenzó en la mañana del 11 de septiembre y aún no ha parado”.
El servicio meteorológico recordó que la “mayoría de las muertes por inundaciones” ocurren en los automóviles.
“Las aguas de una crecida normalmente son más profundas de lo que parecen. Treinta centímetros de agua en curso son suficientemente poderosos para barrer a los vehículos”, advirtió.