De acuerdo con la Policía, la joven de 18 años se enteró en febrero de 2013 de que estaba embarazada y, dos meses después, le reveló la situación a su novio, de 17 años, quien rompió el compromiso de guardar silencio y contó la noticia a la familia de la joven.
No obstante, la madre de la muchacha, de 42 años, y la hermana, de 24, rechazaron la idea de cuidar al bebé y plantearon a la embarazada tres opciones: “venderlo, abortar o entregarlo en adopción”, explicó a los periodistas Miguel Ampuero, prefecto de la Policía de Investigaciones (PDI).
Las mujeres ofrecieron al bebé a través de internet y los primeros interesados fueron una pareja de la ciudad de Concepción, aunque finalmente fue vendida a una familia del municipio santiaguino de Puente Alto que, el pasado noviembre, pagó los gastos del parto por un millón de pesos (unos 1.870 dólares) e inscribió a la pequeña como hija suya.
Además, la familia entregó 60.000 pesos (unos 113 dólares) a la madre de la recién nacida.
Tras la audiencia judicial de hoy, el fiscal a cargo del caso, Ernesto Silva, calificó de “grave” el caso, pero advirtió a los periodistas sobre un vacío legal que puede llegar a dejar impunes a las mujeres.
Los compradores de la bebé también fueron detenidos y deberán comparecer este lunes ante el tribunal.