El pasado viernes 8 de enero en horas de la noche, las autoridades policiales recibieron una llamada de alerta reportando que la casa del ex policía Michael Slager, había sido prendida en fuego. El hecho ocurrió poco después de conocerse que el ex efectivo policial quedara en libertad condicional bajo fianza mientras continua su caso legal. Slager es acusado por el asesinato de Walter Scott, un individuo afroamericano que fue detenido por éste y quien decidió correr al intercambiar algunas palabras con el policía. La libertad del ex funcionario levantó de nuevo la controversia entre la comunidad. Según el reporte policial, dos jóvenes se dirigieron al antiguo hogar del policía y lanzaron un artefacto tipo molotov hacia la casa de Slager, la cual ha permanecido vacante desde que ocurrieron los hecho en Abril del año pasado. Según algunos testigos del hecho, dos sujetos vestidos de negro fueron los autores del incendió, el cual no causó grandes daños a la vivienda, apenas daños menores en la parte externa de la vivienda.
En una entrevista la noche del pasado viernes, James Johnson, presidente del grupo de Derechos Civiles National Action Network, desalentó al público de tomar la justicia en sus propias manos con hechos como éste y agregó “Todas las manifestaciones han sido pacíficas hasta ahora” subrayó. “(Slager) tiene un montón de enemigos. No tiene por qué ser los manifestantes por ahí haciendo algo a su casa”, dijo Johnson. Si una investigación revela que un manifestante le prendió fuego a su casa, deben entonces ser arrestados y puestos en la cárcel” culminó Johnson sus palabras.
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