Para la residente de Charleston Tanya Altagracia, la organización de un esfuerzo de socorro para Puerto Rico después de la devastación del huracán María es más que una misión personal, es un deber. Altagracia nació en la isla y tiene familiares que todavía viven allí. Por el momento, sólo puede ponerse en contacto con su hermana, que le ha hablado de las condiciones “apocalípticas”, y de la necesidad de ayuda, de la falta de suministros y de experiencias como esperar en la fila durante horas en una gasolinera para comprar unas horas de combustible para el generador de la familia. “Es un gran, gran problema”, dijo Altagracia, fundadora de la Sociedad Cultural Puertorriqueña de S.C. “Los hospitales no están funcionando, y los supermercados, cuando están abiertos, sólo están permitidos 10 personas a la vez y por 10 minutos, y cuando entras, no hay casi nada”.

La Sociedad Cultural organizó una campaña de dos semanas hasta el 7 de octubre para recaudar donaciones monetarias y suministros físicos de una lista aprobada por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). Unidades de la Reserva del Ejército estacionadas en la Base Conjunta de Charleston proveen almacenamiento para los artículos recolectados y los transportarán a Puerto Rico, dijo Altagracia. “Es una situación desesperada”, dijo. “Lo último que le pregunté fue cuáles eran sus pensamientos, y ella sólo pidió oraciones porque no hay comida y todo se parece a una zona de guerra”. Los artículos donados deben ser no perecederos, no de segunda mano y no pueden contener líquidos, según la información proporcionada por la Sociedad Cultural. Hasta el miércoles, sólo se aceptaron los artículos incluidos en la lista aprobada por FEMA.

El Informador Staff

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