El volcán Tungurahua, ubicado a 130 kilómetros al sur de Quito, capital ecuatoriana, mantiene desde hace una semana una alta actividad caracterizada por una elevada emisión de gas y cenizas, así como explosiones de pequeñas a moderadas.
El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional informó este domingo que “se escucharon cañonazos que generaron columnas de emisión de hasta cuatro kilómetros de altura por encima del nivel del cráter”, reseñó Prensa Latina.
La situación ha obligado a las autoridades a decretar el alerta naranja (previa a la roja, de máxima peligrosidad) para las zonas aledañas en alto riesgo como las provincias Tungurahua y Chimborazo, reseñó un portal español.
En julio pasado fue elevada la alerta amarilla a naranja en las áreas vecinas al volcán, luego que se registrara una explosión que produjo el descenso de lava y lodo a través de las quebradas y caída de cenizas.
El mayor pico eruptivo del Tungurahua ocurrió durante 2006 cuando dejó seis víctimas en una aldea de la provincia de Chimborazo (cordillera Andina), tras ser arrasada por el descenso de material incandescente.
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