Sin embargo el retraso no sorprende a los analistas quienes de hecho lo ven como normal para que el producto salga al mercado lo más completo posible y después de haber realizado un exhaustivo análisis sobre cómo abordar el aterrizaje de un producto totalmente nuevo.
Además, no hay que olvidar que para que el dispositivo cale entre los usuarios y empresas, es esencial que ya haya suficientes aplicaciones desarrolladas para éste. Son muchos los ingenieros que ya están trabajando en este sentido. Google Glass lanzó un programa específico –Explorer– para que desarrolladores y críticos tecnológicos de todo el mundo puedan trabajar sobre ellas y probarlas.
El único tema a pulir será, indican los expertos, el de la privacidad. No hay que dejar de lado la capacidad de las gafas de hacer fotos y vídeos sin que nadie se percate de ello y lo fácil que será con éstas subirlos en el momento a las redes sociales.