Empezar por una actitud generosa y detallista, avivando así el amor. Es necesario aceptar los cambios en la relación. No se puede pretender mantener un ritmo sexual como el de los primeros días, ni que la pareja esté siempre perfecta para usted. Las responsabilidades diarias de cada uno los dejan tal vez con poco tiempo para cuidar su aspecto físico como desearía. No debe reprocharle esto a su pareja ni tampoco sentirse acomplejado/a si es usted el/la no está perfecto/a en cada ocasión. Además, buscar tiempo de calidad con su pareja.

Para mantener sana la relación tienen que dedicar momentos íntimos con frecuencia. No tienen por qué ser grandes actos, sino pequeños detalles como ser comprensivo/a y esforzarse por entender sus problemas y preocupaciones. Con el tiempo, la relación se vuelve de una sola persona y dejan de contarse lo bien o mal que les ha ido en el día. Mantener la comunicación es esencial para cuidar la relación de pareja. Y comunicación no es solo hablar de lo que pasa afuera, muy importante y esencial es que hablen de lo que les pasa y sienten adentro, sus sentimientos y pensamientos sobre lo que viven y lo que el otro hace o no hace, dice o no dice. Hablar de lo que usted quiere o no quiere de su pareja y de la relación es lo más importante para conservar el respeto y amor entre ustedes. Recuerde compartir y arreglar cada día, cualquier cosa que le molesto o lastimo de su pareja. No traiga asuntos que ya se arreglaron del pasado.

Finalmente, desconectar en pareja. Unas vacaciones juntos, sin niños y aunque sean breves. El tiempo libre y de relajación deberá servirles para recordar por qué están juntos y lo mucho que se disfrutan. Visita la página en Facebook Salud Emocional Familia y Pareja