La capacidad de reconocer los talentos naturales que posees. Las habilidades singulares que surgen espontáneamente de ti. La pregunta es: ¿Cómo saber si estas desarrollando esos talentos? Si las respuestas a las siguientes tres preguntas son positivas, estás bien encaminado y si no; tienes algo que revisar:
a. ¿Pagarías por hacer lo que estás haciendo?
b. Aquellas cosas que haces bien y disfrutas al hacerlas, ¿han surgido de ti más naturalmente que por aprendizaje?
c. Cuando estás ejecutando lo que te apasiona, ¿la gente se acerca a ti en vez de alejarse?
Ése es el talento natural: una capacidad guiada por la pasión. Todos la poseen, todos pueden alcanzarla, todos están diseñados para desarrollar su capacidad creativa, si te dejan y tienes el coraje para hacerlo. Una persona que ha encontrado su vocación y siente pasión por lo que hace, se vuelve inmune a la adicción afectiva. Las personas autorrealizadas no son posesivas: son independientes y fomentan la honestidad interpersonal.
Sugerencias prácticas
1. No matar la vocación. En la vida nunca hay que resignarse a vivir infeliz. La autorrealización es un derecho que tienes por el solo hecho de haber nacido. Ábrete a las posibilidades, lee los clasificados, habla con los amigos y cuéntale al mundo para qué sirves. Diles cuáles son tus talentos y pelea contra tu mala ubicación en la vida.
2. Expandir la conciencia. Si no eres una persona plástica o compulsiva acaparadora de objetos materiales, te habrás hecho tres preguntas existenciales: “¿Quién soy?”, “¿Qué hago aquí?” y “¿Para dónde voy?” Estudia tus estados internos. Sal de la inmediatez y ve más allá de los límites de la apariencia. Tus intereses serán cada vez más vitales, y más madura tu manera de amar. Sentirás que ya no habrá tanto miedo a la pérdida y tu necesidad de posesión será reemplazada por la dicha de tener un propósito de vida.
Fuente: Walter Riso de su Libro Amar o Depender
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