Nueva ley IRA promoverá la agricultura sostenible. Foto por Huella Zero.

La Ley de Reducción de la Inflación (IRA por sus siglas en inglés), es un amplio proyecto de ley que tiene disposiciones climáticas históricas. La ley incluye una inversión de mas de $25 mil millones en programas voluntarios de conservación para agricultores durante los próximos 10 años.

Los partidarios del proyecto de ley aseguran que ayudará a los agricultores a adoptar o continuar con prácticas agrícolas climáticamente inteligentes. También dicen que ayudará a los Estados Unidos a hacer una transición hacia fuentes de energía limpia.

La agricultura ha estado durante mucho tiempo a la vanguardia de nuestra lucha contra el cambio climático. Este acuerdo proporciona al Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) recursos adicionales y significativos para continuar liderando esta carga

declaró el secretario de la USDA, Tom Vilsack.

Según la revista Science, en total, la agricultura genera el 10% de las emisiones que afectan el clima de EE.UU. cada año. 

Con este presupuesto de mas de $25 mil millones la IRA tiene como objetivo expandir y salvaguardar los bosques y promover prácticas agrícolas que se consideran amigables con el clima. Estos incluyen la agricultura sin labranza, que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, la define como un “sistema de cultivo que fomenta el mantenimiento de una cobertura permanente de los suelos” mediante la alteración mecánica mínima del mismo, es decir, cultivo sin laboreo. Los cultivos de cobertura, que son plantas cultivadas simplemente para proteger el suelo, también son parte de esas prácticas agrícolas consecuentes con el medio ambiente.

Investigadores, grupos ambientalistas y la industria agrícola están de acuerdo en que pagar y capacitar a los agricultores para que adopten esas medidas mejorará la salud del suelo y la calidad del agua y el aire.

Los programas de conservación del Departamento de Agricultura tienen una financiación insuficiente, lo que impide que muchos agricultores interesados participen cada año. Con apoyo adicional para estos programas, los agricultores y ganaderos pueden ampliar la adopción de prácticas climáticamente inteligentes y construir operaciones más resilientes

escribió Rob Larew, presidente de la Unión Nacional de Agricultores.

También existen otros expertos que aseguran que se necesitan aún mas acciones para reducir las emisiones internas de gases de efecto invernadero en el país.

Hay algunas disposiciones preocupantes en la legislación, incluidas algunas que corren el riesgo de expandir el uso de combustibles fósiles. En el futuro, se necesitan más acciones para profundizar las reducciones de emisiones en los EE. UU., ayudar a las comunidades a ser más resistentes al cambio climático y abordar las cargas desproporcionadas de la contaminación por combustibles fósiles que soportan las comunidades de bajos ingresos y las comunidades de color

dijo Johanna Chao Kreilick, presidenta de Union of Concerned Scientists.

Además de los campos y los bosques, las disposiciones relacionadas con el clima de la ley se enfocan en la ganadería, que emite metano, el cual representa el 27% de todas las emisiones de efecto invernadero de la agricultura de EE.UU. de acuerdo con Science.

Como parte de un programa del USDA que recibió $8,500 millones, la ley instruye a la agencia a priorizar los proyectos que reducirán estas emisiones de las vacas y otros rumiantes mediante la modificación de su alimentación.

Un aditivo llamado 3-NOP puede reducir el metano expulsado por el ganado lechero en aproximadamente un 30% y se usa en el Reino Unido y otros países de Europa. Pero aún no ha recibido luz verde por parte de la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU., FDA, que lo considera un medicamento, lo que ralentiza el proceso de aprobación.

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