Las madres y padres de familia muestran con su ejemplo como tratar y ser tratado por l@s herman@s. En un hogar donde la madre no tiene comunicación con sus herman@s más que para informarse de cómo viven, eso aprenderás de lo que es ser herman@. Si por ejemplo al padre, sus herman@s solo lo buscan cuando tienen algún problema económico, familiar o personal para que se los resuelva, eso aprenderás. Estas dinámicas que se manejan consciente o inconscientemente en las familias llevan a l@s herman@s a separarse, envidiarse y a veces hasta odiarse o por lo menos no se toleran. Y aunque la mayoría no hablan de esto, no pueden negar que lo sienten o muchas veces lo han pensado. Esto no es cuestión de quien tiene la culpa o de ignorar. Al contrario, debería entenderse y solucionarse cuando ya tod@s son adultos. Pero ¿quién está dispuesto a exponer sus verdaderos sentimientos cuando nadie les ha enseñado a hacerlo?
Y lo más grave es que no solo aprendes a desconfiar de tu propia familia sino que vuelves a enseñar con tu ejemplo, palabras y actitudes lo mismo a tus propi@s hij@s y así la historia se repite generación tras generación. Es necesario que se hable de los sentimientos entre herman@s, que se comprendan y se resuelvan o por lo menos lleguen a un acuerdo en el que nadie salga lastimado o ignorado o excluido de la familia. Es muy doloroso ver que son l@s propios herman@s los que se juzgan, critican, ignoran, evaden y hasta se evitan. Tolerancia, es lo primero que se debe aprender y lealtad hace falta en las familias. Mientras se ignoren estos dos ingredientes será imposible tener relaciones funcionales no solo con l@s hermn@s y la familia sino con la pareja, hijos, padres y amigos, ya que es con l@s herman@s es con quienes se aprende y se practica a ser tolerante y leal en las relaciones con los demás.
L@s herman@s deberían ser l@s mejores amig@s ¿Qué más confianza se puede tener que en la propia familia? L@s herman@s muchas veces comparten la misma generación y por lo tanto gustos en actividades y hasta amigos similares. No hay que desperdiciar a las personas con las que NO elegiste tener un lazo especial como lo es el de la sangre. Hay que tomar valor, voluntad y buscar cómo llevarse bien con la familia, nada se pierde, al contrario ganas ser mejor persona y mejores herramientas para tus demás relaciones. De esta manera serás también un buen ejemplo de tolerancia y lealtad para las generaciones que te observan. Es con l@s herman@s que se aprende a negociar y muchas veces hacen falta habilidades sociales para lograr relaciones funcionales entre herman@s, tal vez hoy es el día para empezar a aprenderlas y ganar amig@s en la familia.