El evento se llevó a cabo en las propias instalaciones de la gigante aeronáutica Boeing, ubicada en North Charleston. Con altas medidas de seguridad, más de 5,000 personas –en su mayoría- trabajadores de la propia empresa se dieron cita para tan histórico momento. La nueva aeronave es considerada la más moderna del mundo por su tecnología y material usado en su fuselaje, además de otros componentes que hacen que el avión sea mucho mas ligero y con un consumo de combustible muchísimo menor a las versiones anteriores a esta serie de aviones 787.
Durante el evento se contó con la presencia de toda la directiva de Boeing –incluyendo- al presidente y vicepresidente regional. Por su parte el propio presidente del país Donald Trump también se hizo presente, en el que recalcó la importancia y el avance que Boeing ha implementado a nivel laboral y tecnológico. También aprovecho para elogiar a los más de 5000 trabajadores presentes durante la ceremonia. De igual forma, el presidente Donald Trump le dio a Boeing South Carolina un impulso publicitario sin precedentes, diciendo “Dios bendiga a Boeing”, mientras promocionaba la fuerza de trabajo de la compañía en su primera visita al estado Palmetto en un año. “Al igual que ustedes construyeron este increíble avión detrás de mí, vamos a reconstruir este país y asegurar que cada comunidad olvidada tenga un futuro brillante”, dijo Trump mientras Boeing marcaba el lanzamiento oficial de su nuevo 787-10 Dreamliner. La mayor parte del discurso de Trump equivaldría a una charla de 16 minutos de trabajo -primera conversación sostenida dentro de un hangar cavernoso de la gigante planta de Boeing en North Charleston. Tampoco hubo ataques contra los medios de comunicación ni contra sus críticos que hayan sido presentados en sus apariciones más recientes.