Cuarenta días después de partir de las Islas Canarias en un bote de remos de 25 pies, dos chefs de Charleston llegaron el sábado a la isla de Antigua.
Completaron su viaje de 2.800 millas a través del Océano Atlántico con un juego de remos, un cubo para ir al baño y un sueño que les impulsó hasta la línea de meta. Y, como es lógico, ambos perdieron unos cuantos kilos por el camino.
Charlie Layton perdió 40 libras, mientras que Ben Towill perdió alrededor de 20.
Antes de la competición, los dos esperaban quemar una media de 5.000-6.000 calorías al día, y la única comida para reponerlas eran lentejas secas, quinoa u otros alimentos no perecederos.
La pérdida de kilos no fue la única gran victoria de los hombres recién transformados.
Los chefs de Lowcountry se unieron para recaudar más de 100.000 dólares para un par de organizaciones sin ánimo de lucro.
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