Según Motley Rice LLC, una adicción a Instagram ha provocado que una joven de Virginia intentara suicidarse tres veces cuando era niña.

Este caso es uno de los muchos del bufete de abogados de Mount Pleasant que alega que las empresas de redes sociales explotan las inseguridades de los niños y adolescentes para maximizar los beneficios.

La demandante Laura Ashman, de 21 años, creó una cuenta de Instagram a los 12 años. La demanda alega que se volvió adicta, desplazándose hasta 10 horas diarias. Ashman, que antes era una estudiante de sobresaliente, empezó a retrasarse en clase, desarrolló un trastorno alimentario y, por desgracia, intentó quitarse la vida durante su primer año de instituto.

«Estamos muy orgullosos de Laura por haber encontrado el valor de contar su historia sobre el lado oscuro de las redes sociales, las autolesiones y la depresión», dijo el padre de Laura, Scott Ashman.

Según Motley Rice LLC, Instagram es consciente de sus efectos tóxicos en los niños y afirma que la plataforma de medios sociales creó sus algoritmos para que los niños y adolescentes se adhirieran al producto.