El primer debate entre el presidente Donald Trump y Joe Biden fue una pelea liderada por las incesantes interrupciones y desinformación del presidente, con momentos dispersos de discusión sustantiva.
El enfrentamiento, presentado en Cleveland por Chris Wallace de Fox News, se produjo cuando Biden, el candidato demócrata, lideró a Trump en 8.1 puntos porcentuales en el promedio nacional de encuestas de NBC News.
No estaba claro que Trump recuperara terreno en una noche en la que mostró su estilo descarado y petulante en plena exhibición, con la aparente intención de parecer dominante y hacer que Biden pareciera débil.
El enfoque de Trump hasta la fecha ha provocado una hemorragia en el apoyo entre las personas mayores, las mujeres suburbanas y los graduados universitarios blancos, y es probable que esos distritos decidan las elecciones.
Las interrupciones de Trump, los aplausos de Biden
El presidente salió balanceándose, con constantes interrupciones e intentos de desequilibrar a Biden, principalmente con frecuentes ataques a su hijo Hunter, lo que desvió el debate y finalmente provocó un rechazo de Wallace para dejar hablar a su rival.
Biden no retrocedió ante el momento, tachando repetidamente a Trump de «payaso» y «mentiroso» que no dejaba de «ladrar», respondiendo con una sonrisa antagónica y una vez diciéndole que «se callara».
En repetidas ocasiones defendió a su hijo y desestimó las afirmaciones de Trump por haber sido desacreditadas. Biden también trató de sacudir a Trump burlándose de sus comentarios anteriores al proponer la inyección de lejía para combatir el coronavirus y hacer que los huracanes provoquen un cortocircuito en las tormentas.
Los presidentes de primer mandato tienden a tener un desempeño pobre en los primeros debates, fuera de la práctica de estar en pie de igualdad con un oponente. Estaba claro que Trump está acostumbrado a poder controlar la conversación, lo que intentó hacer repetidamente.
Trump no condena a los supremacistas blancos
En un debate durante el cual Biden calificó a Trump de «racista» en su cara, uno de los momentos más significativos se produjo cuando Wallace le preguntó al presidente si estaba dispuesto a condenar a los supremacistas blancos y a los grupos de «milicias».
Trump pareció irritado y exigió saber a quién se le pedía que condenara. Cuando Wallace mencionó a los Proud Boys neofascistas, Trump dijo: «Proud Boys, retrocedan y esperen. Pero les diré una cosa. Alguien tiene que hacer algo sobre Antifa y la izquierda. Porque esto no es un problema.»
Cuando Trump luego enfrentó la condena en las noticias por cable y las redes sociales por sus comentarios, los Proud Boys celebraron su respuesta.
Al aparecer en CNN después del debate, el exsenador Rick Santorum, republicano de Pensilvania, dijo que Wallace sabía que la pregunta era una trampa para Trump porque al presidente no le gusta «decir algo malo sobre las personas que lo apoyan». Santorum calificó la respuesta de Trump como un error que lo lastimó.
Un choque por la economía
A lo largo del debate, Trump atacó a Biden por haber pasado cuatro décadas en un cargo público y no haber podido solucionar muchos de los problemas que ahora dice que se postula para presidente.
«La gente entiende, Joe, 47 años. No has hecho nada», dijo el presidente.
En un momento, la táctica provocó un destello de exasperación en Biden:
«Eres el peor presidente que ha tenido Estados Unidos», dijo. «Venga.»