El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconoció la noche del sábado que el acuerdo alcanzado por Irán con las potencias mundiales sobre su programa nuclear es un “primer paso importante”, aunque admitió que siguen existiendo “grandes dificultades”.
Durante una rueda de prensa solemne desde la Casa Blanca poco después del acuerdo logrado en Ginebra, Obama aseguró que el pacto “bloquea el camino más evidente” a que Irán logre la bomba atómica, y aprovechó para pedir al Congreso estadounidense que no adopte nuevas sanciones contra la república islámica.
El presidente estadounidense aseguró que si Irán no cumple “completamente” sus compromisos durante esta fase de seis meses, Estados Unidos revocará las ayudas que le han sido concedidas para paliar las consecuencias económicas de las sanciones que le han ido siendo impuestas durante los últimos años.
“En estas negociaciones, nada será acordado hasta que todo esté acordado”, advirtió el presidente estadounidense, quien agregó que ahora “la responsabilidad recae sobre Irán para demostrar al mundo que su programa nuclear tiene fines exclusivamente pacíficos”.