Según un nuevo análisis del Bank of America Institute, las familias estadounidenses pagan ahora más de un 30% más por el cuidado de sus hijos que antes de la pandemia.

Una familia media gasta ahora más de 700 dólares al mes en guarderías. Y todo apunta a que el aumento de los costes empujará a algunos padres a dejar de trabajar para poder quedarse en casa y cuidar de sus hijos.

Anna Zhou, economista del Bank of America Institute, afirma que las familias trabajadoras son «resistentes» y siguen estando en buena forma financiera, pero hay «una creciente lista de vientos en contra» que podrían causarles más problemas.

El estímulo gubernamental de la era de la pandemia para la industria del cuidado infantil expiró a finales de septiembre, y la Casa Blanca dice que eso podría desestabilizar el sector del cuidado infantil. El gobierno de Biden está pidiendo al Congreso 16.000 millones de dólares para otro año de financiación que ayude a mantener a flote a los proveedores.

El sistema de cuidado infantil ya era «frágil» antes de la pandemia, y ésta fue «la gota que colmó el vaso», según afirmaron a principios de este año investigadores de ReadyNation y del Council for a Strong America.

En febrero, este grupo publicó un informe según el cual la «crisis del cuidado de los niños» está costando al país 122.000 millones de dólares al año en pérdida de ingresos para los padres que trabajan, pérdida de productividad para las empresas y pérdida de ingresos fiscales.

Según ReadyNation, las dificultades en el cuidado de los niños provocan distracciones en el trabajo y otros problemas para los padres.