Para vivir una vida que valga la pena es indispensable una autoestima alta. Cuando te sientes bien contigo mismo/a tienes alta autoestima.  Te permite ser feliz y libre. La opinión que tienes acerca de ti es buena, te relacionas adecuadamente con los demás y haces tu trabajo diario con gusto.

Puedes decir que tienes alta autoestima cuando te amas, cuando sientes que vales y que eres importante en el ambiente en que te mueves. Sentirte así te permite desempeñarte sin complicaciones, libre, abierta y espontáneamente. Transmites una energía positiva de beneficio para todos. Te responsabilizas de tus decisiones y así logras un mayor éxito porque lo que haces, lo haces por elección y con cariño.

Tienes un optimismo que se contagia y por esta razón los demás disfrutan colaborar contigo. Esto te permite construir más fácilmente la vida de tus sueños y eso te hace cada vez más feliz. Afrontas los retos confiando en que serás capaz de llevarlos a cabo y de buscar la ayuda que necesites para alcanzar las metas que te propones.

Te aceptas como eres y reconoces que puedes desarrollar más algunas áreas que otras. Con gusto y conciencia buscas tu transformación para ser cada vez mejor persona. Desde muy adentro te gustas, te respetas y te sientes bien contigo mismo/a.

Sentirte así te asegura el bienestar físico, emocional y mental. Cuando tú como organismo estas funcionando de manera sana, tus sistemas te mantienen dentro de los rangos del bienestar. Quien tiene una autoestima alta tiene buena salud y una vida satisfactoria, afortunada y tranquila.

Solamente si tienes autoestima alta eres capaz de centrarte y capaz de tomar como referencia aquellas cosas en las que crees, lo que sinceramente opinas, lo que honestamente piensas y aquello que tiene para ti la fuerza de lo cierto.