A medida que la temperatura global y el nivel del mar aumentan, el resultado es un incremento en las olas de calor, las sequías, las inundaciones, los ciclones y los incendios forestales. Estas condiciones dificultan el cultivo de alimentos por parte de los agricultores y su obtención. “La crisis climática es una crisis de catástrofes naturales, de inundaciones y tormentas y olas de calor”, aseveró Linda Thomas-Greenfield, representante de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. “Ello conduce directamente a una crisis de seguridad alimentaria. Esto hace mucho más difícil alimentar a la gente”, añadió Thomas-Greenfield.

Según el Banco Mundial el calentamiento global influye en los patrones meteorológicos, provocando olas de calor, lluvias intensas y sequías. En 2021, el aumento de los precios de los productos básicos alimentarios fue uno de los factores principales que llevó a aproximadamente 30 millones de personas más de los países de ingresos bajos a padecer inseguridad alimentaria.

De acuerdo con el Servicio de Estudios Económicos del Departamento de Agricultura de EE.UU. (ERS del USDA, por sus siglas en inglés) en 2021, el 32,1 % de los hogares con ingresos por debajo del umbral federal de pobreza padecía inseguridad alimentaria. Las tasas de inseguridad alimentaria fueron sustancialmente más altas que el promedio nacional para los hogares monoparentales y para los hogares afroamericanos e hispanos.

Una crisis de hambre se está profundizando para los hogares estadounidenses con inseguridad alimentaria, ya que enfrentan las consecuencias de una reciente tormenta invernal severa y condiciones climáticas de frío extremo que probablemente se producirán en las próximas semanas. Según varios expertos la carga cada vez mayor del clima invernal extremo, junto con los precios más altos de los alimentos, es motivo de preocupación.

Los datos del ERS del USDA encuentran que los estados con las tasas promedio más altas de inseguridad alimentaria entre 2019 y 2021 incluyen Mississippi, Arkansas, Louisiana, West Virginia, Oklahoma, Texas, Alabama, South Carolina y Kentucky. 

Zia Mehrabi, profesora asistente en el Departamento de Estudios Ambientales de UC Boulder, asegura que las personas de color, las personas con discapacidades y las poblaciones sin hogar son las más afectadas por la inseguridad alimentaria en el país. Mehrabi, quien es investigadora de la seguridad alimentaria y el cambio climático manifiesta que los eventos extremos exacerbados por el calentamiento global continuarán presionando los precios de los alimentos, que aumentaron el año pasado, y profundizarán las cargas existentes para estos grupos en particular.

La inseguridad alimentaria es realmente un problema de pobreza [y] acceso limitado. Y los más pobres son también los que tienen menos recursos para responder y recuperarse de estas tormentas cuando golpean

dice Mehrabi.

El año pasado, más de 33 millones de estadounidenses vivían en hogares con inseguridad alimentaria, según el ERS del USDA. La proporción de hogares con niños que experimentan inseguridad alimentaria aumentó durante 2020 antes de caer en 2021, lo que la Fundación del Instituto Nacional para la Gestión de la Atención Médica atribuye en gran medida a los programas de alivio de la pandemia. El gobierno federal aumentó los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, o SNAP, en un 12,5% este otoño, ajustado a la tasa de inflación. Pero la expansión del crédito fiscal por hijos, que ayudó a reducir la pobreza infantil entre 2020 y 2021 en un 46%, expiró a fines del año pasado.

Según el Servicio de Meteorología de EE.UU., una ráfaga de aire del Ártico que viene directamente desde Siberia está a punto de extenderse por los EE. UU. continentales alrededor del día de Navidad, rompiendo récords y potencialmente provocando grandes tormentas pronosticadas para azotar las grandes llanuras, el centro de los EE.UU. y el este del país.

“Muchos de los extremos climáticos en las principales partes productoras del país que afectan regularmente la producción de cultivos han empeorado”, afirma Corey Lesk, científico climático e investigador asociado de Dartmouth College. «Puedes producir una gran cosecha. Eso no significa que la gente vaya a tener seguridad alimentaria«, dice Lesk. «En Estados Unidos, el problema de la seguridad alimentaria es más un problema social».

*Johani Carolina Ponce es una periodista venezolana que trabaja con la organización

Sachamama.org como Latino Media Engagement Manager del Programa Huella Zero.

El Informador Staff

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