Una y otra vez leemos y escuchamos en los medios el efecto de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que se refiere a los gases atmosféricos responsables del calentamiento global y el cambio climático, para entender y abordar la crisis climática es importante comprender este tema. El efecto invernadero es un fenómeno natural que ayuda a mantener el nivel medio de temperatura en la superficie del planeta. Esto es fundamental para la vida en la Tierra porque, en su ausencia, la temperatura media sería de menos – 18 °C en lugar de la media actual de 15 °C (60 F). Es importante entender que el efecto invernadero natural es esencial para el clima de la Tierra.
De acuerdo con información del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la mayoría de los GEI se emiten naturalmente, las actividades humanas como: quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, así como la deforestación y la cría de ganado que emite metano provocan un aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera y han llevado a un aumento problemático en la cantidad de gases producidos y su concentración en la atmósfera. El aumento de la concentración puede provocar efectos adversos en el clima. Los efectos incluyen una mayor frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías, incendios forestales y huracanes que afectan a millones de personas y causan pérdidas económicas valoradas en billones de dólares.
Los gases responsables del efecto invernadero son los siguientes:
vapor de agua (H2O);
dióxido de carbono (CO2);
Metano (CH4);
Óxido nitroso (N2O);
Ozono (O3).
El efecto invernadero, relacionado con la acción de los humanos, ha provocado un aumento de la temperatura global promedio de alrededor de 1°C en comparación con la era preindustrial. El cambio climático ya es visible, pero su impacto aún es relativamente pequeño. Por eso es imperativo actuar con rapidez y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las principales causas del aumento del efecto invernadero incluyen:
Consumo de electricidad
Calefacción y aire acondicionado
Transporte y combustión de combustibles fósiles
El consumo diario de materiales desechables.
La destrucción de los ecosistemas.
¿Qué es el calentamiento global?
Cuanto mayor sea el ritmo del cambio climático, más amenazado estará el equilibrio de nuestros ecosistemas. Los científicos de todo el mundo están de acuerdo en que un aumento en la temperatura global promedio de más de 1,5 °C provocaría cambios extremos en el clima y tendría un impacto directo en aspectos como:
. El derretimiento de los casquetes polares que juegan un papel crucial en el reflejo de la energía del sol.
. Un aumento en el nivel del mar y la inundación de las ciudades costeras.
. Condiciones climáticas extremas, como un aumento de huracanes.
. Migración de animales y humanos que se ven obligados a trasladarse para sobrevivir al cambio climático en sus hábitats habituales. Según un estudio publicado por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, el cambio climático podría afectar al 27% de la población de América Latina y el Caribe (alrededor de 1,234 millones de personas para 2070).
. Desertificación de las tierras fértiles, lo que se traduce en una mayor presión sobre el proceso de producción de alimentos a nivel mundial.
¿Cómo empezar a luchar contra el cambio climático?
La única forma de reducir el efecto invernadero causado por las actividades humanas es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Como individuo puede calcular su huella de carbono. Es esencial identificar las fuentes más importantes de gases de efecto invernadero relacionadas con nuestras actividades individuales. Lo puede hacer mediante el uso de una calculadora de huella de carbono, puede analizar cómo su estilo de vida y hábitos de consumo están teniendo un impacto en el medio ambiente y comenzar a realizar los cambios necesarios para reducir las emisiones.

Hacer cambios simples como: viajar de forma sostenible, andar en bicicleta, carro eléctrico o híbrido; reducir el consumo de carne y el desperdicio de alimentos; consumir productos orgánicos y reciclar es fundamental para reducir la huella de carbono. Es posible comenzar con acciones simples. A largo plazo, tendrán un impacto significativo en la reducción de nuestra huella de carbono colectiva.