La popularidad del presidente Joe Biden mejoró sustancialmente desde su punto más bajo este verano, pero persiste la preocupación por su gestión de la economía, según una encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research.
El apoyo a Biden se ha recuperado desde un mínimo del 36% en julio hasta el 45%, impulsado en gran parte por un repunte del apoyo de los demócratas a sólo dos meses de las elecciones de mitad de mandato de noviembre. Durante unos meses de verano sombríos, en los que los precios de la gasolina alcanzaron su punto máximo y los legisladores parecían estar estancados, los demócratas se enfrentaron a la posibilidad de sufrir pérdidas abultadas frente a los republicanos.
Sus perspectivas parecen mejores después de cosechar una serie de éxitos legislativos que dejaron a más estadounidenses dispuestos a juzgar al presidente en sus términos preferidos: «No me comparen con el Todopoderoso. Comparadme con la alternativa».
El índice de aprobación del presidente sigue bajo mínimos, con un 53% de adultos estadounidenses que lo desaprueban, y la economía sigue siendo un punto débil para Biden. Sólo el 38% aprueba su liderazgo económico mientras el país se enfrenta a una inflación obstinadamente alta y los republicanos intentan hacer de las finanzas de los hogares el eje de la próxima votación.
Aun así, el sondeo sugiere que Biden y sus compañeros demócratas están ganando impulso justo cuando la generación de entusiasmo y participación de los votantes tiene prioridad.
El precio medio de la gasolina ha bajado un 26% desde junio, hasta los 3,71 dólares el galón, lo que reduce un poco la presión sobre los presupuestos familiares, aunque la inflación siga siendo alta. El Congreso también aprobó el mes pasado un par de proyectos de ley históricos que podrían remodelar la economía y reducir las emisiones de carbono.
Los republicanos también se han enfrentado a la resistencia desde que el Tribunal Supremo anuló el caso Roe v. Wade y sus protecciones contra el aborto. Y Biden está calificando abiertamente al ex presidente Donald Trump como una amenaza fundamental para la democracia, una acusación que cobró resonancia después de que un registro del FBI en la casa de Trump en Florida encontrara documentos clasificados que pertenecen al gobierno de Estados Unidos.
Esta combinación de factores le ha valido a Biden algunos aplausos entre los fieles demócratas, aunque los estadounidenses todavía se sientan tibios con su liderazgo.