Estados Unidos manifestó este lunes su alarma ante una “crisis de salud pública urgente y creciente” provocada por el aumento de las sobredosis de heroína y al abuso de medicamentos analgésicos opioides.
“En la actualidad, hay pocas sustancias más letales que los opiáceos vendidos con receta y la heroína”, dijo el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, en un comunicado.
Según Holder, el número de muertes por sobredosis de heroína se ha disparado un 45 % en Estados Unidos entre 2006 y 2010.
“Está claro que la adicción a los opiáceos (derivados del opio) constituye una crisis de salud pública urgente y creciente”, dijo Holder, que aseguró que la transición a la heroína era “el triste síntoma” de un uso abuso de medicamentos con receta.
La muerte a principios de febrero del actor estadounidense Philip Seymour Hoffman por una sobredosis vinculada a la heroína puso de manifiesto los problemas de salud pública que plantea esta droga de cada vez mayor consumo en Estados Unidos.
A nivel nacional, el número de consumidores habituales de heroína aumentó de 239.000 en 2010 a 335.000 en 2012, según una encuesta nacional sobre el consumo de drogas publicada en diciembre.
“La dependencia a la heroína y a otros opiáceos – incluyendo algunos medicamentos analgésicos – afecta las vidas de los estadounidenses en cada región (…) y se resuelve con demasiada frecuencia de manera fatal”, dijo con preocupación Holder.
Para romper este ciclo, Holder apeló a las fuerzas del orden a familiarizarse con el consumo de naloxona, una droga que, administrada de forma rápida, puede revertir el curso de una sobredosis.
Holder también se comprometió a fortalecer la lucha contra el narcotráfico y a enfrentar “todos los niveles de la cadena de suministro”, en especial evitando que los productos farmacéuticos controlados sean mal utilizados.
La cantidad de heroína incautada en la frontera México-Estados Unidos también incrementó en un 320 % entre 2008 y 2013, señaló.