La mente es la parte más compleja del ser humano, muchos deseamos descubrir qué sucede en ella y si bien hay recursos para establecer algunos patrones, lo cierto es que muchas veces puede ser indescifrable.

Desde esas diferencias, tu mente en aislamiento se comportará también de una manera peculiar, produciendo quizá algunos momentos de intranquilidad.

Lo más importante es reconocer lo que sentimos para poder mantener la calma durante este período al cual no estamos acostumbrados.

Nos basamos en las palabras de un psicólogo para que nos oriente sobre este tema, Martin Reynoso, psicólogo, experto en prácticas Mindfulness y profesor de Crehana.

Cómo encontrar el punto medio

Hay quienes en esta etapa permanecen muy tranquilos y hay quienes se encuentran muy preocupados, cómo puede ser eso posible.

La realidad es que una parte nuestra mente de alerta, de alarma, se activa, y no está mal que eso ocurra.

Esta situación está llena de incertidumbre y no sabemos bien hacia dónde va todo. Lo importante es estar atento a que esos niveles de miedo y alerta no se incrementen.

Hay que recurrir a nuestro interior y apoyarnos en la confianza de que las cosas, aún mal en este momento, se irán acomodando progresivamente.

Prácticas como el mindfulness, ejercicio físico en el espacio que tengamos, esparcimiento virtual o lúdico con otros miembros de la familia, pueden ayudarnos a transitar mejor el encierro.

El internet es una herramienta que ayuda a superar el aislamiento

Mediante el internet podemos conectar socialmente y afrontar el aislamiento,

la rapidez y efectividad de los contactos a través de las redes es muy potente, y nos otorga cierto respaldo emocional.

Pero debemos tener cuidado con la parte informativa del internet, especialmente con algunas redes sociales, como twitter, que están muy sobrecargadas de información.

 Por eso, debemos saber reconocer las fake news, que son noticias generalmente negativas y que despliegan pensamientos apocalípticos de sus usuarios.

Podemos establecer una conexión con nuestro interior

Para Martín, este también es un momento en el que podemos establecer una conexión, aún si no le has dado una oportunidad a este camino antes.

Si no sabes cómo comenzar:

La clave es la práctica de la consciencia en la respiración y los sentidos.

Podemos acostarnos y sentir nuestro cuerpo desde la zona superior (la coronilla, en la cabeza), hasta la punta de nuestros dedos. Sintiendo: no imaginando, ni visualizando. Sintiendo cada parte.

Vamos inicialmente a sentirnos inquietos, molestos, ansiosos y hasta quizás nos fastidia la quietud.

Pero es el primer impacto, luego vamos adquiriendo más niveles de calma.

En la práctica de mindfulness decimos que somos como el mar: en la superficie hay olas y movimiento intenso, pero en lo profundo del mar hay silencio, mucho silencio y calma.

Es normal que al principio como todo comienzo, cueste un poco

Algo muy importante a trabajar es la aceptación y la bondad con nosotros mismos.

 En general cuando las cosas no son como queremos que sean, nos ponemos rígidos, autoexigentes, fastidiosos.

Se tratará entonces, de apelar a una consciencia más compasiva, más flexible.

Podemos decirnos que todo esto es momentáneo, que tenemos que ser justos con nosotros mismos, no castigarnos por aquello que está fuera de nuestro control.

Venezolana, Comunicadora Social, graduada en la Universidad Santa María. Periodista, Presentadora y Locutora.