El presidente Barack Obama advirtió directamente a China este miércoles sobre los crecientes ataques informáticos contra Estados Unidos, adelantando conversaciones “serias” con Pekín.
Las reacciones estadounidenses a los intentos de presuntos hackers chinos de penetrar las redes de sus empresas o de sus infraestructuras se multiplicaron en las últimas semanas, siendo desmentidas formalmente por China.
Pero es la primera vez que Obama sale a la palestra tan frontalmente.
“Es absolutamente cierto que hubo un incremento constante de las amenazas informáticas sobre nuestra seguridad. Algunas están sostenidas por el Estado. Algunas están respaldadas por criminales”, sostuvo el mandatario en la entrevista con la cadena ABC.
“Le hemos dicho claramente a China y a algunos otros actores que esperamos que respeten las normas internacionales y actúen según las reglas internacionales”, añadió.
“Tendremos algunas conversaciones bastante fuertes con ellos. Ya las hemos tenido”, agregó Obama, admitiendo que miles de millones de dólares y secretos industriales se perdieron como consecuencia de la actividad de los piratas informáticos (hackers).
Temprano este miércoles, China anunció su voluntad de cooperar con Estados Unidos y otros países en el combate contra los hackers y afirmó que también es víctima de esos ataques.
“Lo que se necesita en el espacio informático no es guerra sino regulación y cooperación”, dijo la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying.
Formación de “unidades ofensivas” del Pentágono
La piratería informática y el espionaje digital se impusieron en las últimas semanas como un tema candente en las relaciones ya tensas entre Washington y Pekín.
El lunes, el consejero de seguridad nacional de Obama, Tom Donilon, había llamado a China a tomar “medidas firmes para investigar esas actividades y ponerles fin”. El martes, el jefe de inteligencia estadounidense, James Clapper, había afirmado en su informe anual al Congreso que los ataques informáticos constituyen, junto a Corea del Norte, la principal amenaza actual contra el país.
El mismo día, el jefe de la Agencia de seguridad nacional (NSA), el general Keith Alexander, había reconocido que las fuerzas armadas forman actualmente “unidades ofensivas que el Pentágono utilizará para defender al país”, en caso de ciberataques.
El 20 de enero, la administración Obama prometió una reacción “vigorosa” a los robos de secretos industriales por parte de empresas u otros países, en un documento marco que menciona numerosos ejemplos de tales actividades en beneficio de entidades chinas.
Pekín negó entonces con vehemencia haber organizado una operación de gran envergadura para robar secretos industriales, pese a que una empresa estadounidense de seguridad informática había identificado un edificio en los suburbios de Shanghai desde el cual se habrían realizado esos ataques.
Según James Lewis, especialista en seguridad informática del centro de análisis CSIS, el hecho de que Washington alce el tono demuestra su creciente exasperación ante las prácticas de China y de otros países.
“Hay informaciones no publicadas que apuntan a China como un actor importante en el espionaje económico”, declaró a la AFP el experto, que señaló que las declaraciones de Obama “aumentan la apuesta” sobre este caso.
El mandatario planea reunirse este miércoles con directores de empresas en la Casa Blanca para hablar sobre cómo mejorar la coordinación entre el sector público y el privado para incrementar la seguridad informática.
Los ataques informáticos tomaron el martes un giro personal para Obama, cuya esposa Michelle habría sido víctima de la divulgación de sus datos bancarios en un sitio de internet, caso que actualmente es investigado por el FBI y el Servicio Secreto.