Los Republicanos ignoraron la importacia del voto hispano
Para los republicanos se trató de la más clara confirmación de que sin el voto hispano no pueden llegar a la Casa Blanca y por su propia supervivencia política deben negociar con los demócratas el asunto que por años han explotado para mantener a su base ultraconservadora ignorando los cambios demográficos producidos bajo sus propias narices que no sólo se manifiestan con más hispanos en sus pueblos y ciudades sino, eventualmente, con más poder en las urnas.
Esta coyuntura de la visita de Peña Nieto es quizá la más favorable para esa reforma migratoria a nivel político en Estados Unidos.
La visita de Peña Nieto se produce tras una contienda presidencial en Estados Unidos que dejó más que claro el poder de los votantes hispanos en decidir elecciones y cómo el manejo que den los políticos al tema migratorio los define entre los electores latinos.
Los resultados de esa elección constituyen un mandato para que el presidente Barack Obama impulse esa reforma e invierta capital político en el proceso, una inversión a corto y a largo plazo que supondrá réditos para los demócratas.
Republicanos habían ignorado importacia del voto hispano
Para los republicanos se trató de la más clara confirmación de que sin el voto hispano no pueden llegar a la Casa Blanca y por su propia supervivencia política deben negociar con los demócratas el asunto que por años han explotado para mantener a su base ultraconservadora ignorando los cambios demográficos producidos bajo sus propias narices que no sólo se manifiestan con más hispanos en sus pueblos y ciudades sino, eventualmente, con más poder en las urnas.
Esta coyuntura de la visita de Peña Nieto es quizá la más favorable para esa reforma migratoria a nivel político en Estados Unidos.
En el 2001, cuando el panista Vicente Fox visitó Washington, todos creímos que se habían alineado los planetas en favor de la reforma migratoria. La Casa Blanca era ocupada por George W. Bush tras una polémica elección, pero W. cuando menos no cambió su apoyo a esa reforma ni cuando buscó la nominación, ni como candidato republicano en la general, ni como presidente, aún a expensas de la oposición del ala más derechista de su partido.