Marismas

Ecologistas y voluntarios se pusieron manos a la obra en West Ashley para restaurar algunas marismas y solucionar los continuos problemas de agua de la zona.

Los voluntarios que ayudan a SCDNR, Charleston Waterkeeper y el Acuario de Carolina del Sur trabajaron durante horas a lo largo de cinco días. Movieron y excavaron para construir una nueva entrada de agua cerca del barrio de Ashleyville y la histórica Maryville.

La científica y coordinadora de voluntarios de Charleston Waterkeeper, Cheryl Carmack, afirma que han sido unos días estupendos viendo a la gente reunirse y aprender sobre el programa y el barrio.

«Este es un barrio histórico», dijo Carmack. «Así que es emocionante venir aquí y ayudar a este arroyo. Conseguir voluntarios involucrados en cada paso del proceso y hacer un impacto tan grande para nuestra calidad del agua en el río Ashley.»

Los trabajadores medioambientales indicaron que los vecinos acudieron a ellos cuando se dieron cuenta de que la marisma se estaba muriendo para ver qué se podía hacer. A los residentes de Ashleyville les preocupaba perder estos valiosos recursos naturales. Ahora, los ecologistas están intentando algo nuevo para ayudar.

Michael Hodges es biólogo de fauna salvaje en el SCDNR. También gestiona allí el Programa de Reciclaje de Conchas de Ostras de Carolina del Sur. Dice que la marisma está sufriendo la destrucción causada por los huracanes y la sequía. En el futuro, los canales ayudarán a retener el agua y a que el agua entrante tenga un lugar adonde ir.

«No es algo que se haya hecho en Carolina del Sur excavando a mano nuevos canales de marea», explica Hodges.

De cucharada en cucharada, cubo a cubo, los voluntarios esperan lograr un gran impacto en la marisma.

«Ayudará a combatir el aumento previsto del nivel del mar en Carolina del Sur», afirma Hodges. «Plantar más hierba de marisma puede aumentar la elevación de la superficie de la costa. Puede ayudar con un poco de inundación que podría tener lugar «.

Los trabajos concluyeron el jueves en una de las ensenadas, pero los grupos volverán a plantar hierba palustre este año y seguirán excavando otros dos canales en los próximos años.

Sara McDonald, directora de conservación del Acuario de Carolina del Sur, afirma que su equipo lleva años participando en este proyecto, ayudando con el papeleo y la redacción de subvenciones para hacerlo realidad. Explica que gran parte de su trabajo se realiza fuera de la oficina.

«Trabajamos con las comunidades y las capacitamos para recopilar datos y conectarlos con los responsables de la toma de decisiones para ayudar a crear soluciones a problemas como la contaminación por plásticos, las inundaciones costeras como consecuencia de la subida del nivel del mar y el cambio climático», explica McDonald.

Su trabajo con la marisma de Ashleyville dista mucho de haber terminado, pues tienen más planes para plantar hierba palustre y excavar canales. Hodges afirma que será emocionante ver cómo se desarrolla el proyecto en los próximos dos años.

Una subvención federal de Vida Silvestre y Pesca financia parte del proyecto.