Dos altos funcionarios estadounidenses, junto con un ex alto cargo de la Administración, confirmaron que el globo espía chino que surcó los cielos estadounidenses antes de ser derribado, pudo recoger información de lugares militares «sensibles» de todo el país.

China pudo controlar el globo, según las fuentes que hablaron con NBC News, e hizo que la aeronave sobrevolara los emplazamientos en forma de ocho para poder transmitir a Pekín, en tiempo real, los datos que recogía.

«La información que China recogió procedía principalmente de señales electrónicas, que pueden ser captadas por sistemas de armamento o incluir comunicaciones del personal de la base, en lugar de imágenes», según NBC News.

La administración Biden intentó impedir que el globo recogiera información, según los tres funcionarios estadounidenses citados por NBC News, y los funcionarios habrían dicho que China podría haber recogido más información de no haber sido por los esfuerzos de la administración.

Algunos de los objetivos potenciales del globo habrían sido desplazados y algunas señales habrían sido apagadas para que el globo no pudiera detectarlos.

China ha negado que el globo se utilizara para espiar y ha afirmado que se trataba de un artefacto meteorológico que se había desviado de su ruta.

El Presidente Joe Biden prometió derribar cualquier objeto extranjero que suponga una amenaza para Estados Unidos.

«No se equivoquen: si algún objeto representa una amenaza para la seguridad del pueblo estadounidense, lo derribaré», declaró Biden en un discurso pronunciado a mediados de febrero.

Varios otros objetos voladores no identificados fueron derribados en el espacio aéreo estadounidense tras el incidente del globo espía chino.