Los Ángeles reutiliza menos del uno por ciento del agua que importa y, de no tomar medidas, su creciente población sufrirá escasez de agua a mediados de este siglo, destaca una investigación de la Universidad del Sur de California (USC).
“Parte del problema es que nuestra región sigue teniendo dependencia de agua importada de la Sierra Nevada en el norte de California y del río Colorado y de toda el agua que se consume se recicla menos del uno por ciento”, aseguró Hilda Blanco, profesora de la escuela de Políticas Públicas Price de la Universidad de California en Los Ángeles (USC).
Blanco dirige el Centro para Ciudades Sostenibles de USC dedicado a investigaciones sobre las prácticas que promueven el avance de la sostenibilidad del medio ambiente en áreas urbanas.
La investigadora académica dirigió el estudio, cuyos resultados se publicaron en el reporte “Water Supply Scarcity in Southern California”, que incluye un análisis de políticas que legisladores estatales aprobaron en 2009 para prever la necesidad de agua en el futuro.
Blanco argumentó que para reducir la dependencia de agua importada de “tan lejos”, como el río Colorado y Sierra Nevada, “donde por el cambio climático cae menos nieve”, es necesario hacer inversiones, descontaminar acuíferos y aprovechar mejor el agua de las lluvias.
“Hay que invertir en plantas de reciclaje del agua para diferentes usos, descontaminar los mantos acuíferos que hay debajo de la ciudad de Los Ángeles y el Valle de San Fernando e incorporar al subsuelo las aguas lluvias que se desperdician siempre que llueve porque terminan en el mar”, señaló.
De toda esa agua menos del 1 por ciento se procesa para reutilizar, según el LADWP.