Más de la mitad de los 17,5 millones de usuarios que respondieron a una encuesta en la que se preguntaba si el multimillonario Elon Musk debía dimitir como jefe de Twitter votaron afirmativamente cuando se cerró la encuesta el lunes.
Ni Twitter ni Musk se pronunciaron de inmediato al respecto, aunque Musk dijo que acataría los resultados.
Musk se ha enfrentado a algunos usuarios en múltiples frentes y el domingo pidió a los usuarios de Twitter que decidieran si debía seguir al frente de la plataforma de medios sociales tras reconocer que cometió un error al lanzar nuevas restricciones de expresión que prohibían las menciones a sitios web de medios sociales rivales.
En otro cambio significativo de política, Twitter anunció que los usuarios ya no podrán enlazar a Facebook, Instagram, Mastodon y otras plataformas que la empresa calificó de «prohibidas».
Pero esa decisión generó tantas críticas, incluso de antiguos defensores del nuevo multimillonario propietario de Twitter, que Musk prometió no hacer más cambios importantes de política sin una encuesta en línea a los usuarios.
La medida de bloquear a los competidores fue el último intento de Musk de tomar medidas enérgicas contra determinados discursos, después de que la semana pasada cerrara una cuenta de Twitter que seguía los vuelos de su jet privado.
Entre las plataformas vetadas figuran sitios web convencionales como Facebook e Instagram, y rivales advenedizos como Mastodon, Tribel, Nostr, Post y Truth Social, del ex presidente Donald Trump. Twitter no dio ninguna explicación de por qué la lista negra incluía esos siete sitios web y no otros como Parler, TikTok o LinkedIn.