En Alemania, el club hace tiempo que ocupa un lugar dominante, que se manifiesta también en su consigna, “Mia san mia” (“Nosotros somos nosotros”), una expresión de sentimiento de superioridad y confianza en las propias fuerzas. Lo cual no solo tiene ventajas, dice el exguardameta Oliver Kahn: “Eso significa también cargar con la envidia y la animosidad de medio país”.
Con 27 títulos de campeón de la Bundesliga y 18 copas alemanas ganadas, Alemania hace tiempo que le queda chica al club. “Daría todos los otros títulos que gané por salir campeón en la Champions League con el Bayern Múnich”, dijo el entrenador del Bayern Múnich Carlo Ancelotti aún a principios de año. Pero no pudo ser: el 29 de septiembre, el club lo dio de baja por falta de éxito.
Un hogar, una familia
Además del éxito como marca mundial, para Uli Hoeness, lo importante es conservar la cohesión interna en el club: “No somos solo un club de fútbol, sino para muchos algo así como una hogar, una familia”. Si hay una persona que lo puede confirmar es, sin duda, Samuel Osei Kuffour. “Uno de los momentos más difíciles de mi vida fue haber pedido a mi hija”, nos dice en una entrevista en Accra.
La muchacha, de entonces 15 años, se había ahogado en un accidente en Ghana. Kuffour relata que Uli Hoeness y Karl-Heinz Rummenigge, exatacante y ya entonces presidente del directorio del FC Bayern Múnich, de inmediato fueron a su casa para acompañarlo en un momento tan difícil. “En dos horas lograron contratar un jet privado para que pudiera volar a Ghana”, recuerda Kuffour, “y el avión permaneció en Accra hasta que pude volver a Alemania”. Para Kuffour está claro que “eso significa, que esa gente estaba dispuesta a ayudarme en todo”.
Una historia de éxito internacional
El fundamento del éxito internacional del FC Bayern Múnich fue la victoria hace 50 años sobre el Glasgow Rangers, con un gol de Franz Roth en el alargue de la final de la Copa de Campeones de Europa. Roth jugaba entonces en el equipo junto con, entre otros, el “káiser” Franz Beckenbauer, el legendario guardameta Sepp Maier y el goleador Gerd Müller. En su tienda de deportes en Bad Wörishofen, Algovia, Roth, hoy de 71 años, recuerda la conquista de ese importante título aún emocionado: “Puse la copa sobre la mesita de luz y me la quedé mirando, ¡toda la noche!”