La comunidad de Newtown acude a las iglesias del pueblo este domingo para recordar a las 26 víctimas, 20 de ellas niños, de la matanza en la escuela Sandy Hook, a la espera de la llegada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

En un día gris, frío y con aguanieve, más de un centenar de personas se dan cita a partir de las 07H30 locales (12H30 GMT) en la iglesia católica Saint Rose of Lime, la misma que había organizado uno de los primeros servicios religiosos tras la tragedia.

Pero a diferencia del viernes por la noche, esta vez la misa fue cerrada a la prensa, que no pudo acercarse al lugar, por decisión de los feligreses, según explicó un vocero de la iglesia.

“La situación es extremadamente tensa, por ello no queremos periodistas o cámaras aquí”, dijo a la AFP con amabilidad Brian Wallace, mientras seguían llegando feligreses.

Al final del primer servicio, un vecino de Newtown reiteró este pedido de “respeto” por las familias de las víctimas, en especial de cara a los “próximos duros días” que se avecinan con los funerales.

“Apreciamos su respeto, ahora y en el futuro, por la familias”, afirmó conteniendo las lágrimas Ray Gallagher.

Un voluntario de la Cruz Roja, Rosty Slabicky, también asistió a la misa en la iglesia Saint Rose of Lime, y señaló que las familias y quienes brindaron asistencia de inmediato en el lugar de la tragedia estaban “destrozados”.

“La comunidad está reuniéndose y rezando. Están destrozados. No solo las familias, sino también los voluntarios en la emergencia están viviendo la crisis de una forma muy personal y emocional”, señaló.

Otras iglesias del pueblo también ofrecían servicios durante la mañana, como la St. John’s Episcopal Church y la United Methodist Church, ambas cercanas a la escuela Sandy Hook.

En la pequeña Trinity Episcopal Church algo más de una veintena de personas se dio cita, constató la AFP.

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