Tener una vida exitosa y llena de logros resulta más fácil con un cuerpo sano, en equilibrio. Es de usted el trabajo de mantener y mejorar su salud.

Para mantener un Cuerpo Sano en Equilibrio:

Aprenda a diferenciar entre el hambre mental y el hambre real. Algunas personas comen porque su mente les dice que tienen hambre. Otros comen como resultado de una situación emocional, como por aburrimiento o tristeza por ejemplo. Deje que su cuerpo le diga cuando tiene hambre, en lugar de escuchar a su mente. Preste atención a su estómago, espere hasta que llegue una punzada de hambre. Aprenda a escuchar a su estómago y aleje el plato cuando su estómago le dice que usted está lleno/a.

El cuerpo es sabio y cuando se enferma le avisa que algo en su organismo no está bien. Gracias a eso va al médico y sigue los pasos necesarios para curar la parte física, pero también es la alarma cuando psicológicamente algo tampoco funciona. Preste atención a esas señales porque es un momento en el que debe reflexionar, escuchar y atender qué es lo que está pasando.

Por ejemplo, se dice que las personas que se quejan de dolores estomacales deberían revisar que es lo que “piensan que no pueden tragar ni digerir”, los dolores en los ojos “qué es lo que evitan ver”; oídos; “qué es lo que no quieren escuchar” y las que tienen problemas de piel deben reparar en sus relaciones sociales y de contacto. Las infecciones están relacionadas con rehuir conflictos, las alergias se relacionan con los miedos y los problemas respiratorios con lo que no se logra expresar.

El cuerpo responde a sus sentimientos de muchas formas. Pienso que cuando enferma, su cuerpo siempre le comunica algo. También es una oportunidad para escuchar con atención y aprender más sobre usted mismo/a. ¿Qué le dice su cuerpo? Escúchelo; el mismo que enferma es el mismo que sana.

Fuente: La enfermedad como camino. T. Dethlefsen., R Dahlke (2007) Debolsillo

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