La fuerza aérea iraní inició este lunes maniobras presentadas por un general como una “advertencia enérgica” a quienes amenazan a la República islámica con ataques aéreos.
El comienzo de los ejercicios, previstos inicialmente para octubre y postergados sin explicaciones, fue anunciado en el portal internet de los Guardianes de la revolución (Pasdarán), fuerza de élite del régimen iraní.
Estas maniobras tienen lugar en un contexto de tensiones en el Golfo pero no parecen estar vinculadas con un incidente la semana pasada cuando las fuerzas iraníes dispararon contra un avión teleguiado estadounidense.
Unos 8.000 miembros de los Pasdaran, del ejército y de los Bassidjis (milicianos islamistas) participan en las maniobras que deben durar cuatro días y cubrir una región de 850.000 km2 al este del país, según los medios.
Diversos sistemas de misiles y de artillería serán utilizados como también aviones de combates y caza-bombarderos, agregaron.
Las unidades probarán también “instalaciones de radar móviles y fijas, y sistemas de vigilancia electrónica aerotransportadas”, declaró el general de brigada Farzad Esmaili, comandante de defensa antiaérea de los Pasdaran.
Irán efectúa a menudo ejercicios militares para exhibir su fuerza y disuadir toda veleidad de ataque extranjero. Estas maniobras se han multiplicado en un transfondo de amenazas de Estados Unidos e Israel de realizar ataques aéreos contra las instalaciones nucleares iraníes.
“A los que piensan en una agresión contra la República islámica de Irán, el ejercicio debería ser considerado como una advertencia enérgica”, declaró el portavoz de los ejercicios, el general de brigada Shahrokh Shahram, a la cadena iraní en inglés Press TV.
El 1 de noviembre, un avión teleguiado estadounidense Predator fue interceptado por dos cazas SU 25 iraníes que dispararon dos veces contra el aparato. El Pentágono había precisado que el avión en ningún momento penetró en el espacio aéreo iraní.
Irán confirmó los disparos pero afirmó que el avión había entrado en el espacio aéreo iraní.
Las potencias occidentales sospechan que Irán quiere dotarse del arma atómica bajo cobertura de su programa civil, lo que Teherán desmiente.