El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Estados Unidos de intentar fomentar la prolongación de las hostilidades en Ucrania como parte de lo que describió como los supuestos esfuerzos de Washington por mantener su hegemonía mundial.
En una conferencia de seguridad a la que asistieron militares de África, Asia y América Latina, Putin se reafirmó en su afirmación de que envió tropas a Ucrania en respuesta a que Washington convirtiera el país en un baluarte «antirruso».
El discurso representó el último intento del líder ruso de recabar apoyos en medio de las duras sanciones occidentales que apuntan a la economía y las finanzas rusas junto con sus estructuras de gobierno, altos funcionarios y empresas por la acción de Moscú en Ucrania.
Putin también estableció un paralelismo entre el apoyo de Estados Unidos a Ucrania y la reciente visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, acusando a ambos de formar parte de un supuesto intento estadounidense de fomentar la inestabilidad mundial.
«La aventura estadounidense en Taiwán no fue sólo un viaje de un político irresponsable. Fue parte de una estrategia deliberada y consciente de Estados Unidos destinada a desestabilizar la situación y crear el caos en la región y en el mundo entero, una demostración flagrante de falta de respeto a la soberanía de otro país y a sus propias obligaciones internacionales», dijo Putin.
El líder ruso afirmó que las «élites globalistas occidentales» estaban intentando «trasladar la culpa de sus propios fracasos a Rusia y China», y añadió que «por mucho que los beneficiarios del actual modelo globalista intenten aferrarse a él, está condenado».
«La era del orden mundial unipolar se acerca a su fin», añadió.
En la misma conferencia, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, denunció que, junto con los suministros de armas a Ucrania, los aliados occidentales también han proporcionado información detallada de inteligencia y han desplegado instructores para ayudar a los militares ucranianos a operar los sistemas de armas.
«Las agencias de inteligencia occidentales no sólo han proporcionado las coordenadas de los objetivos para lanzar ataques, sino que los especialistas occidentales también han supervisado la introducción de esos datos en los sistemas de armas», dijo Shoigu.
Rechazó las acusaciones de que Rusia podría utilizar armas nucleares o químicas en el conflicto como una «mentira absoluta».
«Desde el punto de vista militar, no hay necesidad de utilizar armas nucleares en Ucrania para lograr los objetivos declarados», dijo Shoigu. «La misión principal de las fuerzas nucleares rusas es proporcionar una disuasión contra un ataque nuclear».
Shoigu añadió que las afirmaciones de un posible ataque químico por parte de Rusia eran igualmente «absurdas», afirmando que Moscú liquidó completamente sus reservas de armas químicas en cumplimiento de un tratado internacional que prohíbe las armas químicas.
Aunque es demasiado pronto para decir qué peso tendrá el informe del investigador médico en la oficina del fiscal, el equipo legal de Baldwin sugirió que era una prueba más de que el tiroteo fue «un trágico accidente» y que no debería enfrentarse a cargos penales.
«Esta es la tercera vez que las autoridades de Nuevo México constatan que Alec Baldwin no tenía autoridad ni conocimiento de las condiciones supuestamente inseguras en el plató, que la persona encargada de la seguridad en el plató le dijo que el arma estaba ‘fría’ y que creía que el arma era segura», dijo el abogado Luke Nikas en un comunicado.
Baldwin declaró en una entrevista concedida en diciembre a ABC News que estaba apuntando con el arma a Hutchins por instrucción de ésta en el plató de la película del Oeste «Rust» cuando se disparó después de amartillarla. Dijo que no apretó el gatillo.
Un análisis del FBI sobre el revólver que Baldwin tenía en la mano durante el ensayo sugirió que estaba en condiciones de funcionar en ese momento y que no se habría disparado a menos que estuviera completamente amartillado y se apretara el gatillo.