Jaime Adolfo González-Farias, sacerdote de 68 años, conocido como «Padre González«, se declaró culpable el jueves ante el Tribunal de Distrito de Columbia por transportar a un menor con intención de participar en actividades sexuales delictivas él.

González-Farias fue acusado de abusar sexualmente de un niño de 11 años mientras se desempeñaba como sacerdote en una iglesia de Columbia en noviembre de 2020. González-Farias es también un ex sacerdote visitante de la Diócesis Católica Romana de Charleston.

LOS HECHOS

En mayo de 2020, González-Farias conoció a la víctima y a su familia a través de su servicio como sacerdote, según las pruebas presentadas ante el tribunal.

A continuación, comenzó a hacer regalos y a prestar cada vez más atención a la víctima, según las pruebas presentadas ante el tribunal. En noviembre de 2020, la familia de la víctima informó a las autoridades católicas de su preocupación por que la relación del sacerdote con la víctima fuera inapropiada.

Las autoridades eclesiásticas suspendieron entonces a González-Farias e hicieron un informe a la Oficina del Sheriff del Condado de Laurens. El FBI realizó una entrevista en la que la víctima reveló que en noviembre de 2020, cuando la víctima tenía 11 años, el sacerdote lo llevó a Florida con el pretexto de unas vacaciones en la playa, según los funcionarios. Durante ese viaje, Gonzales-Farias se masturbó delante de la víctima, intentó agredirla sexualmente y le mostró pornografía, según los funcionarios.

Las Investigaciones

El FBI corroboró las revelaciones de la víctima recuperando mensajes de texto y de WhatsApp enviados por el sacerdote al menor, que coincidían con el relato de la víctima, según las autoridades.

González-Farias fue detenido en Miami, Florida. En enero, se le denegó la libertad bajo fianza.

El transporte de un menor con la intención de participar en actividades sexuales delictivas conlleva una pena mínima obligatoria de 10 años y una pena máxima de cadena perpetua, además de multas y restitución, según las autoridades.

La ley también obliga al acusado a registrarse como delincuente sexual.

González-Farias fue sacerdote católico en los condados de Newberry y Laurens.

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