El organismo de control del Departamento de Justicia dijo que una «combinación de negligencia y mala conducta» permitió al financiero Jeffrey Epstein quitarse la vida en una cárcel federal de Nueva York mientras esperaba el juicio por cargos de tráfico sexual.

El inspector general Michael Horowitz citó como factores que influyeron en la muerte de Epstein el hecho de que la Oficina Federal de Prisiones no le asignara un compañero de celda, después de que el anterior se marchara y tuviera problemas con las cámaras de vigilancia.

Horowitz también señaló que Epstein se quedó en su celda con demasiadas sábanas, lo que constituye un problema de seguridad y fue utilizado en su suicidio.

El inspector general emitió un informe detallando las conclusiones de su investigación sobre la muerte de Epstein en agosto de 2019, la última de varias investigaciones oficiales sobre el asunto. Reiteró los hallazgos de otras investigaciones de que no había indicios de juego sucio, refutando las teorías de conspiración que rodean la muerte de alto perfil.

Horowitz se hizo eco de conclusiones anteriores según las cuales algunos miembros del personal de la cárcel implicados en la vigilancia de Epstein estaban sobrecargados de trabajo. Identificó a 13 empleados con un rendimiento deficiente y recomendó presentar cargos contra seis trabajadores. Sólo fueron acusados los dos trabajadores encargados de vigilar a Epstein, que evitaron ir a la cárcel gracias a un acuerdo con la fiscalía tras admitir haber falsificado los registros.

El informe se publica más de cuatro años después de que Epstein se quitara la vida en el Centro Correccional Metropolitano mientras esperaba el juicio por cargos de tráfico sexual y conspiración.

También llega semanas después de que The Associated Press obtuviera miles de páginas de registros que detallan la detención y muerte de Epstein y sus caóticas secuelas.