La víctima de una violación que se realice un aborto podría ser acusada de “alterar la evidencia” e ir tres años a prisión, si tiene éxito un proyecto de ley propuesto en Nuevo México (suroeste de EEUU), que fue rechazado el jueves por defensores de derechos civiles.

La representante republicana Cathrynn Brown introdujo el miércoles un proyecto de ley que busca definir el aborto “como una alteración de la evidencia en casos de penetración sexual criminal o incesto”.

“Alterar la evidencia debe incluir la búsqueda o facilitación del aborto, o compelir a otro a cometer el aborto de un feto que es resultado de penetración sexual criminal o incesto con el intento de destruir la evidencia del crimen”, detalla el proyecto obtenido por la AFP.

Según el texto, que tiene pocas posibilidades de subsistir en el Congreso estatal de mayoría demócrata, abortar tras una violación puede ser catalogado como un delito de tercer grado y conllevar tres años de prisión.

La propuesta fue catalogada como “descaradamente inconstitucional” por el grupo local de defensa de los derechos humanos Progress Now New Mexico.

“Además de ser descaradamente inconstitucional, el proyecto de ley convertiría a las víctimas de violación e incesto (…) en criminales y las fuerza a convertirse en incubadoras de evidencia para el estado”, escribió el portavoz Pat Davis en un comunicado en la página web de Progress Now.

La legisladora introdujo este proyecto de ley dos días después del 40 aniversario de la sentencia que legalizó el derecho a abortar en todo Estados Unidos.

El 22 de enero de 1973, en un dictamen conocido como “Roe versus Wade”, la Corte Suprema de Estados Unidos decidió que el derecho al aborto era un derecho fundamental garantizado por la Constitución, amparándose en el derecho al respeto de la vida privada.

Según un sondeo de Gallup publicado el martes, el 53% de los estadounidenses quieren conservar el derecho al aborto, frente al 29% que desean derogarlo. Un 18% no muestra ninguna opinión.

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