En los próximos días, el Congreso tiene previsto aprobar la Ley de Autorización de la Defensa Nacional, que ya no exigirá a los miembros del servicio militar que se vacunen contra la COVID-19.
El senador Lindsay Graham (republicano de Carolina del Sur) ha expresado su apoyo al proyecto de ley y afirma que, una vez que se apruebe en la Cámara el proyecto de ley sobre el mandato de eliminación de la vacuna COVID, intentará pasar a la segunda fase, que consiste en restablecer la situación de los militares licenciados.
El proyecto de ley actualmente no se ocupa de los miembros del servicio y reclutas que fueron dados de baja por negarse a tomar la vacuna COVID.
Tras la aprobación del proyecto de ley, Graham afirma que la segunda fase consistirá en la promulgación de legislación para reincorporar a los militares licenciados a sus puestos de trabajo con salarios atrasados, y que será un proyecto para el futuro.
«Es sólo cuestión de tiempo -creo- hasta que aquellos que han sido dados de baja por negarse a recibir la vacuna puedan volver al ejército», afirma Graham. «Necesitamos su destreza, su dedicación y su patriotismo. Estoy aquí para decirles que si están escuchando en esa categoría, defenderé su causa hasta que tengan éxito».
Según el abogado de Charleston Mike Rose, todas las academias militares de Charleston, excluida la Academia de Guardacostas, permitieron a sus miembros seguir prestando servicio hasta que el Congreso tomara una decisión sobre el proyecto de ley de mandato inicial.
El senador Graham afirma que se ha comprometido a garantizar que los miembros de las fuerzas armadas puedan volver y prestar servicio, y que ese derecho nunca debería haberse suprimido desde el principio.