La menopausia usualmente es diagnosticada cuando una mujer deja de tener menstruaciones por 12 meses consecutivos. | Foto elinformador.us | Vanessa Díaz, MD.

La menopausia usualmente es diagnosticada cuando una mujer deja de tener menstruaciones por 12 meses consecutivos. Suele ocurrir naturalmente, y usualmente ocurre entre las edades de 45 a 59 años. Además puede ocurrir cuando los ovarios producen menos estrógeno y progesterona debido a tratamientos como cirugía, radioterapia o quimioterapia.

Cuando se produce una cantidad menor de estrógeno, pueden presentarse síntomas de menopausia. Los síntomas pueden ser incómodos, pero por lo general mejoran con el tiempo.  En adición a causar cambios en la menstruación, tener menos hormonas puede causar una variedad de síntomas. Estos síntomas pueden empezar varios años antes de que pare la menstruación completamente.

Algunos síntomas de la menopausia incluyen:

Calores y sudoración nocturna, dificultad para dormir, sequedad vaginal, cambios de humor, dificultad para concentrarse, menos cabello y más vello facial.

En este artículo, vamos a enfocarnos en los calores súbitos, también conocidos como sofocos. Estos son incómodos y pueden durar por muchos años. Pueden ser muy fuertes, e interrumpir la vida cotidiana. Estudios han documentado que las mujeres afroamericanas e hispanas padecen de calores súbitos por mas años que las mujeres blancas y asiáticas. Las mujeres que tienen sobrepeso o son obesas pueden padecer de calores súbitos más frecuentes y severos. El tratamiento de los calores súbitos pueden ser cambios en el estilo de vida, o medicamentos. 

Algunos cambios que pueden ayudar es vestirse usando ropa de algodón absorbente y prendas en capas que puede quitarse cuando empieza a sentirse calurosa. También puede usar un ventilador portátil. Y debe evitar el alcohol, las comidas picantes, fumar y la cafeína.  Trate de mantener un peso saludable. Técnicas para auto-calmarse (como la yoga, el tai chi o la meditación) pueden ayudar.  Usar hormonas es una opción, pero hay riesgos asociados con su uso. Estos incluyen un aumento en el riesgo de ataque cardíaco, derrame cerebral, coágulos de sangre, y cáncer de seno. Por eso, es mejor primero tratar otros medicamentos que pueden ayudar, aunque las hormonas son muy efectivas. Los antidepresivos pueden ser efectivos. También se pueden usar medicamentos para la presión arterial, como clonidina, y medicamentos contra las convulsiones, como gabapentina.

Finalmente, ciertas hierbas y suplementos alimentarios son usados frecuentemente, como productos derivados de la soya, cohosh negro y aceite de onagri. Antes de usar algunos de estos tratamientos, hable con su doctor sobre los riesgos para encontrar la mejor opción para usted. 

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El Informador Staff

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